Esto
no es una pequeña parte de "Romeo y Julieta" que escribió
Shakespeare para calar y hacer pensar en el amor irreal e ilógico,
ni tampoco uno de los tantos prólogos que escribía Petrarca a Laura
expresando lo más íntimo por y para ella, ni siquiera algo de poesía
contemporánea como la que de vez en cuando lees en la cama. Esto no
es una carta de recuerdo largo, ni de amor, ni la de Reyes que este
año se me olvidó mandar y cómo me arrepiento, ni la que se escribe
para luego meterla en una botella de cristal y lanzarla al
Mediterráneo esperando a que la encuentres, o para quemarla en la
hoguera de San Juan con el propósito de olvidar, o pedir que se
cumpla.
Aquí no te voy a preguntar si eres suerte o casualidad, o
todo junto; si nos reímos del destino un rato y, además, le ponemos
frenos. Si Italia es bonito, tanto como escucho en clase cada vez que
se habla de Keats; si lo mejor es su pasta o el idioma cuando lo
aprendes, o si Roma se vuelve Venecia y le hace competencia en la
cama a París. Tampoco te voy a pedir que vuelvas pronto, o que
vuelvas, porque luego te vas, porque no te gusta la monotonía ni
estar en un sitio mucho tiempo, aunque, ¿cuánto es mucho tiempo? No pretendo echarte de menos, o convertirte en un problema, o
que te desveles al pensar si seguiré durmiendo sola, o ser una
despedida importante. No creas que te escribo para decirte que estoy
mal, asustada o enfadada porque ahora me hayas sorprendido entrando
en mi vida. Sólo quiero que pierdas unos minutos en recordar que la
vida es tranquila hasta que te sonríe un huracán, y, calma, no te
asustes, porque aunque el huracán venga con fuerza, es débil y en
algún momento se puede ir. O no, porque no solo depende de él, sino
también de ti. Aviso que huir es de cobardes, pero a veces una
retirada a tiempo es una victoria, aunque créeme, ya es tarde; que no
te despertaría si no es para ver cómo te confiesas humana.
Y no
pienso terminar de escribir diciendo lo que se dice siempre en una
carta, porque ya te he dicho que esto, no es una carta; además, lo
que se dice queda entre nosotras, siento no fiarme del cartero.
Pero, ya
en serio: disfruta,
no lo olvides.
Atte.:
( ) piccolo uragano.
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